Avanzar en la ruta de la transición energética es el objetivo más importante de los gobiernos para enfrentar el cambio climático. A esto se suma los esfuerzos de la USM por incorporar la perspectiva de género en el campo profesional del sector energía.

Así lo señala Norma Plaza, ingeniera Civil Industrial y Ejecución en Ambiente, quien eligió este posgrado porque desde su perspectiva tenía áreas que a ella especialmente le interesaba como es la evaluación de proyectos. “A mi juicio, hay que buscar soluciones para generar energía eléctrica y que esta sea sustentable y no contaminante a la vez, siempre procurando el cuidado del medio ambiente, y eso es algo que encontré en este posgrado”.

Actualizar conocimientos
Karina Candia, ingeniero Comercial y también ex alumna del magíster fue clara en precisar que no fue fácil la decisión de tomar este posgrado, primero porque tiene una duración de dos años y porque tiene un fuerte componente técnico, propio de la ingeniería “más dura”, pero ahora “estoy contenta porque, aunque es un rubro compuesto principalmente por hombres, siento que la decisión fue correcta. Yo necesitaba actualizar mis conocimientos y tenía muy buenas referencias de este magíster, ya que es uno de los mejores del mercado y abre las puertas en muchos lados”, explicó.
Esta ingeniera Comercial actualmente tiene un cargo en una empresa de energías renovables, y asegura que este posgrado fue fundamental al momento de acceder a esta posición. “Si no hubiese tenido este magíster, la probabilidad de entrar a esa empresa hubiese sido más difícil, definitivamente si te abre puertas para tener mejores opciones laborales y mejor desarrollo profesional”.
Desde el punto de vista de la participación de la mujer en el sector energético fue clara en precisar que “se ha estado incentivando mucho en distintos programas, como también en la asociación gremial que reúne a la industria de las energías renovables, ACERA, donde Ana Lía Rojas es quien la lidera. Hay varias mujeres en cargos directivos, y yo al menos he tenido una buena experiencia en potenciar nuestro rol, pero creo también que las empresas deben incorporar profesionales a sus equipos, no por el solo hecho de ser mujer, sino porque son realmente un aporte al desarrollo del proyecto, aunque hay que reconocer que las mujeres tenemos más habilidades blandas y eso se nota. Logramos que el trabajo sea más ameno”, concluyó.