Su primera labor será coordinar la fiscalización en la zona y fortalecer el trabajo socioambiental.

En la USM, Villa, geógrafo de profesión, ejerce como profesor de Evaluación de Impacto Ambiental y, además, se desempeña como profesional de la Dirección de Operaciones de la Municipalidad de Quilpué.
Su presentación se llevó a cabo en la Intendencia Regional tras el Comité Operativo de Fiscalización (COF), al que asistió el ministro (S) de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño; el ministro (S) de Energía, Luis Felipe Ramos; la Delegada Presidencial Regional de Valparaíso, Sofía González; los diputados Diego Ibáñez y Francisca Bello, además del alcalde de Puchuncaví, Marcos Morales; el alcalde (S) de Quintero, Francisco Jeldes y representantes del municipio de Concón.
En la oportunidad, Proaño indicó que el rol del nuevo Delegado es “coordinar las acciones que se vienen desarrollando en la zona en cuanto a elevar los estándares ambientales y a reforzar la fiscalización y los tiempos de respuesta. Estamos contentos de que sea Alejandro Villa quien asuma la responsabilidad debido a su formación, experiencia profesional y política en el territorio”.
Añadió que “un Delegado Presidencial con dedicación exclusiva permite articular y coordinar de mejor manera entre los distintos servicios”.

Asimismo, manifestó que “es una tarea muy compleja y ardua. Se trata de un sector donde hay mucha desconfianza. Trabajaremos con mucha fuerza como me lo ha solicitado el Gobierno. Hay que coordinar la fiscalización y, lo más importante, darla a conocer”, agregando que “se requiere de mucho trabajo para poner en marcha los compromisos gubernamentales e impulsar un cambio tecnológico, a estas alturas, indispensable”.
En cuanto al lugar en donde ejercerá sus funciones, Alejandro Villa sostuvo que tendrá una “residencia mixta”, ya que estará principalmente en terreno y, además, tendrá un espacio tanto en las municipalidades de Quintero como de Puchuncaví.
Cabe señalar que la contaminación en la zona de Concón, Quintero y Puchuncaví es uno de los temas ambientales que preocupa a la región desde hace muchos años, a tal punto que se le denomina “Zona de sacrificio”, lo que llevó al Gobierno a detener las labores en la fundición de cobre del lugar y trasladar o cesar al personal que allí se desempeñaba.