El nuevo laboratorio de investigación experimental del Departamento de Ingeniería Mecánica aspira a convertirse en un referente nacional en la aplicación de técnicas provenientes de la ingeniería y las ciencias físicas y matemáticas, destinadas a proveer nuevos biomarcadores y modelos de cuantificación en imágenes de ultrasonido en medicina.

El espacio, que cuenta con el apoyo de la ANID a través de la adjudicación de proyectos Fondecyt y Fondequip, y del programa Ingeniería 2030 a través del “Fondo para el Fortalecimiento de un Ecosistema de I+D+i+e en el Contexto de la Consolidación del Proyecto ING2030-UTFSM”, constituye el primer laboratorio de investigación experimental en Campus San Joaquín.
“Inaugurar este laboratorio es un verdadero hito para nosotros como Departamento de Ingeniería Mecánica y también para nuestro Campus San Joaquín. Estamos muy contentos de tener este espacio, que contribuirá al desarrollo de la investigación en propiedades mecánicas a partir de ultrasonido, un área que ofrece un amplio campo de desarrollo”, afirmó Jaime Núñez, director del Departamento de Ingeniería Mecánica.
Ingeniería y ciencia al servicio de la medicina
El Laboratorio de Ultrasonido Cuantitativo tiene por objetivo realizar investigación pionera en Chile y ser un referente nacional en la aplicación de técnicas provenientes de la ingeniería y las ciencias físicas y matemáticas, destinadas a proveer nuevos biomarcadores y modelos de cuantificación en imágenes de ultrasonido en medicina.
Según explica Joaquín Mura, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica y director del nuevo laboratorio, “estamos ante la oportunidad de recuperar, construir y proveer biomarcadores útiles para mejorar el diagnóstico clínico. El ultrasonido cuantitativo busca reducir la variabilidad a través de cuantificar propiedades mecánicas de los tejidos y fluidos observados. Para ello se requiere introducir modelos físico-matemáticos y de un procesamiento avanzado”.
El nuevo laboratorio cuenta con una serie de equipos de alto nivel y complejidad, entre los que se encuentra un equipo de ultrasonido de investigación, con una capacidad de procesamiento de imágenes superior al estándar clínico; una bomba de flujo controlable por computador, para simular flujos cardíacos realistas a nivel fisiológico; un reómetro multipropósito, para validar propiedades mecánicas de tejidos y fluidos; impresora 3D de resina flexible de alta calidad, para la construcción de modelos fisiológicos, y sistemas hápticos que permiten realizar deformaciones controladas de tejidos.
“El equipamiento nos permite trabajar en tres áreas dentro del laboratorio. La primera está relacionada con la cuantificación de flujos y mejoras en el procesamiento de los datos relativos a flujos cardiovasculares, a través de simulaciones. La segunda, capturar propiedades mecánicas a través de la deformación de los tejidos, y la tercera, como consecuencia de las dos anteriores, apunta a fabricar modelos que estén validados experimentalmente para mejorar la cuantificación y para entrenamiento”, afirma el Dr. Mura.
Para el director del laboratorio, los objetivos de cara a 2026 son claros. “Queremos ser referentes en ultrasonido, posicionar a nuestro laboratorio y a la universidad a nivel nacional y apoyar el diagnóstico clínico con estas herramientas. Esperamos que los desarrollos que obtengamos en este laboratorio puedan algún día estar disponibles en cualquier clínica del país”, finalizó.




