Académico Humberto Miranda fue jefe del proyecto mecánico del emblemático sistema de transporte que fue inaugurado en 1925 y declarado Monumento Histórico en el 2000. Obras que demandaron una inversión cercana a los $1.800 millones por el Minvu fueron recientemente inauguradas.

La iniciativa, que demandó una inversión cercana a los $1.800 millones por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), tuvo como objetivo recuperar el emblemático vehículo que fue construido en 1925 cuando el parque automotriz era escaso en el país, permitiendo a las personas llegar a la cumbre del cerro San Cristóbal, donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción y disfrutar de una de las panorámicas más lindas de Santiago.
Según contó el profesional, quien se desempeñó como jefe del proyecto mecánico en la recuperación del tren urbano, “gracias a las obras esperamos que este funicular pueda durar en buen estado unos 70 años más”, pasando por las mantenciones de rigor de las cuales Miranda también es responsable, ya que se desempeña como jefe de mantención de la empresa que está a cargo de operar el vehículo.
ORÍGENES DEL PROYECTO

Sin embargo, la ejecución de esta iniciativa – con algunas modificaciones – se materializó recién el 2020, donde Humberto Miranda fue jefe del proyecto mecánico, involucrando en las obras a varios supervisores sansanos y, además, a alumnos en práctica del plantel, dos de los cuales fueron mujeres.
De esta forma, durante estos trabajos se efectuó la mantención general de la maquinaria, “construimos la nueva carrocería de los carros (se mantuvo el chasis) y trabajamos en la línea del funicular, aproximadamente 500 metros de recorrido”, manifestó el profesor.
El trayecto en ascenso se inicia en la Estación Pío Nono y culmina en la Estación Cumbre, con una parada intermedia en el Zoológico Metropolitano.
VALOR PATRIMONIAL

El funicular es único en su tipo en Chile y fue nombrado Monumento Histórico el año 2000. Cuenta con dos carros, con capacidad máxima de 40 personas, los que fueron reemplazados en los ’70 y en esta nueva intervención, cambiando en estas mejoras el color – pasaron de verdes a rojos -; se habilitó la accesibilidad universal; al techo se le puso vidrios por lo que las personas pueden observar hacia el exterior cuando se encuentran en movimiento; entre otros cambios.