Estructuras servirán para complementar la formación de los escolares del establecimiento que alberga a 23 niños y niñas de entre 6 y 13 años.

Durante dos semestres, los jóvenes elaboraron los prototipos de casas, primero su obra gruesa y luego las terminaciones, en las asignaturas Tecnología de la Madera y Edificación II. “Al finalizar las viviendas, se buscan colegios rurales o de escasos recursos, se toma contacto con ellos y aquellos que estén de acuerdo se les hace efectiva la donación”, explicó Cristopher Pérez, jefe de carrera de T.U. en Construcción.
Este trabajo se lleva a cabo “en el marco del aprendizaje de los alumnos basado en el proceso constructivo total de viviendas, desde la base hasta la techumbre, en etapa de obra gruesa y terminaciones”, agregó el docente.
Las casas están compuestas de estructura de madera (pino dimensionado), placas de material aglomerado, material aislante de poliestireno expandido, barreras de humedad y cubierta de zinc, y serán utilizadas en el establecimiento tanto de manera académica como lúdicamente, por los 23 escolares de la comunidad educativa.

Esta es la segunda vez que se hace la donación de estas viviendas. “Es muy importante la vinculación con el medio, más allá de darle un buen uso a los recursos del departamento, siendo responsables con el medio ambiente y evitando desperdiciar los recursos materiales; existe responsabilidad social. Es muy reconfortante ver a los niños esperar con pancartas las casitas y saber que podemos aportar con un grano de arena a la felicidad de niños de sectores vulnerables. Además de inculcar el espíritu sansano a nuestros alumnos”, puntualizó el jefe de carrera.



