Columna de opinión de Álvaro Chacón, académico del Departamento de Ingeniería Comercial.

A pesar de que se ha demostrado que los algoritmos tienen capacidades predictivas superiores a las humanas, su adopción sigue siendo limitada principalmente debido a la desconfianza que generan sus errores. Este fenómeno ha sido llamado “aversión a los algoritmos”.

En un paper que recientemente publicamos junto a Tomas Reyes y Edgar E. Kausel, observamos diferencias en cómo distintos profesionales (en particular entre ingenieros y no ingenieros) usaban algoritmos imprecisos a lo largo del tiempo.

Realizamos un estudio con 427 participantes, quienes durante nueve días predijeron el valor del USD o la temperatura máxima para el día siguiente. Nuestros resultados muestran una interacción significativa entre quien daba la recomendación (humano o algoritmo), si los participantes eran ingenieros o no, y el tiempo. Interesantemente, la tendencia a usar algoritmos imprecisos disminuyó significativamente más entre los ingenieros con el pasar de los días.

Es probable que la mayor comprensión sobre el funcionamiento de los algoritmos por parte de los ingenieros, junto con su tendencia general a ser más prácticos, resulte en que estos profesionales, al percatarse de las imprecisiones en los algoritmos, tiendan a disminuir su confianza y uso de estos más que las personas que no son ingenieros. Esto resalta la importancia de considerar que los profesionales nos podemos comportar de manera distinta al interactuar con algoritmos y que nuestro uso varía en el tiempo.

Lee el artículo completo se puede encontrar en el journal Behaviour & Information Technology.