La casa de estudios, a través del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), ha sido pionera en impulsar la colaboración entre el país y el centro de investigación europeo.

Este avance, que tras su firma debe ser aprobado en el Congreso Nacional, representa una oportunidad única para Chile, que pasaría de ser un país colaborador a tener mayor liderazgo en la toma de decisiones estratégicas del CERN. De esta forma, instituciones académicas, investigadores y empresas nacionales podrían participar no solo en proyectos científicos, sino también en el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías en áreas tan diversas como la medicina, la energía, la computación cuántica y la criogenia.

Sobre este importante hito, Sebastián Tapia, investigador asociado del CCTVal y representante de la USM en el experimento ATLAS, recuerda que el estudio de la física de partículas experimental en Chile tuvo su origen hace más de una década en la USM. “La física de partículas experimental partió aquí, en la Santa María, con un pequeño proyecto, y hoy se ha expandido a lo largo del país. Este nuevo estatus de miembro asociado responde al trabajo serio y constante que se ha hecho desde entonces”, señaló.
En 2021, tras ocho años de trabajo, la USM completó la fabricación de 33 detectores de partículas subatómicas para el experimento ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), compromiso asumido por el Estado de Chile. En 2023, en tanto, se concretó la incorporación al Solenoide Compacto de Muones (CMS), alcanzando así una significativa participación nacional en dos de los cuatro experimentos principales del LHC.
Además, actualmente, investigadores de la casa de estudios participan activamente en el análisis de datos y en el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático e inteligencia artificial para clasificar eventos generados en el LHC, así como en la elaboración de publicaciones científicas de alto impacto, consolidando así su presencia en el centro de investigación europeo.
Un salto hacia la innovación y el desarrollo tecnológico

“Ser miembro asociado significa acceder a tecnología de punta antes de que llegue al mercado, proponer nuevos experimentos y permitir a nuestras compañías la posibilidad de competir en licitaciones del CERN”, afirmó Tapia. Además, destacó que “esto facilitará que ingenieros e ingenieras nacionales, además de realizar pasantías, puedan postular directamente a trabajos en el laboratorio, algo que hasta ahora no era factible”.
También enfatizó en la importancia de una gestión comprometida frente a este nuevo escenario: “es como sumar un nuevo centro de investigación al país. Si no destinamos personal y recursos, no le vamos a sacar provecho. Es fundamental invertir y contar con equipos dedicados a transferir ese conocimiento al entorno local”, finalizó el investigador.