Columna de opinión de Víctor Cárdenas, profesor del Departamento de Electrotecnia e Informática de la USM Sede Viña del Mar.

Este aspecto es relevante ya que representa un avance en materia de reducción de la brecha digital que hay en el país. No obstante, el consumo de telecomunicaciones aborda mucho más que estos aspectos, incluye los tipos de internet, de conexiones, la telefonía fija y móvil, la televisión de pago, entre otros.
Según el último ranking de la OCDE en estas materias, Chile se posiciona como el país latinoamericano con el mayor despliegue de redes de fibra óptica respecto al total de conexiones fijas de banda ancha, con una penetración del 32,8%. Esta cifra lo ubica sobre países como Francia, Estados Unidos, Alemania y Reino Unido.
La inversión estatal en telecomunicaciones es mediante proyectos, los cuales vienen con fondos asignados, para permitir conectar todos aquellos puntos que no tienen acceso a la red de internet, también para mejorar la velocidad de acceso, mediante enlaces inalámbricos o con la masificación de la fibra óptica. La velocidad promedio de internet en Chile para la red móvil es de 17.43 Mpbs, mientras que para conexiones fijas la velocidad promedio es de 171.88 Mpbs según datos entregados.
¿Cuáles son los desafíos pendientes en el país en estas materias?
Bastantes, pero el principal es seguir trabajando en conjunto entre Estado y privados, para el desarrollo de proyectos que permitan mejorar aún más, la conectividad y así llegar a más habitantes de este país. Por ejemplo, en estos tiempos se ha evidenciado la brecha digital y cómo esta influye en los procesos educativos de cada uno de los estudiantes y profesores que se ven afectados.
Sin embargo, no es menor que el Estado de Chile haya realizado inversiones en proyectos, tales como la fibra óptica nacional y fibra óptica austral, lo que permitirá unir a más chilenos a la red de internet.